Aunque los tiempos cambian los peligros en el entorno laboral permanecen. Cada año mueren más de dos millones de trabajadores en el mundo por accidentes o enfermedades relacionadas con su trabajo, una cifra que no se puede obviar, ya que la mayoría de estas muertes se evitarían con medidas preventivas. Por ello, desde 2003 se viene celebrando el Día Mundial sobre Seguridad y la Salud en el Trabajo con multitud de actividades programadas (charlas, debates, seminarios o conferencias) donde se trata de fomentar la comprensión en el mundo de trabajo y de concienciar sobre la cultura de la prevención. 

En épocas de crisis, son los más desfavorecidos los que más sufren, y en el momento en el que nos encontramos en el que las condiciones laborales y la calidad del trabajo están empeorando, los que más necesidades tienen, se ven obligados a aceptar empleos precarios con jornadas laborales abusivas y sueldos muy bajos. Este tipo de colectivos, en los que se integran mujeres, inmigrantes y niños, se exponen diariamente a diferentes peligros por carecer de herramientas y medidas de protección adecuadas, zonas peligrosas convenientemente señalizadas, políticas de prevención.. 

La concienciación sobre la prevención de los riesgos en el trabajo es un tema que atañe tanto a empleadores como a empleados. Los empresarios reconocen que la adopción de medidas para la seguridad y la salud redunda en laproductividad de la empresa y la calidad del empleo. Poco a poco los beneficios de la prevención van calando en la conciencia colectiva.

Lo cierto es que la implantación de las nuevas tecnologías en el ámbito laboral ha reducido el porcentaje de siniestralidad pero la automatización de los procesos también ha dado lugar a nuevos riesgos. El Observatorio Europeo de Riesgos destaca que existen tres ámbitos de riesgo en emergencia relacionados con la innovación y el cambio social u organizativo. Por un lado se encuentran las nuevas tecnologías y procesos de producción (ámbitos como la nanotecnología o la biotecnología); las nuevas condiciones de trabajo(intensificación del trabajo, malas condiciones…) y, por último, las nuevas formas de empleo (subcontratación, contratos temporales…). 

Una de las consecuencias más destacables provocados por los nuevos modelos de la vida laboral son los trastornos psicosociales vinculados a situaciones de estrés y presión social. Esta situación ha provocado que en 2009 la Organización Internacional del Trabajo incluyese en su lista internacional de enfermedades profesionales dolencias ocasionadas por el estrés, la depresión o la ansiedad. De hecho, según las estadísticas, el estrés es la segunda causa de baja laboral más frecuente (entre un 50 y un 60 por ciento de los días perdidos se deben al estrés). 

Desde la OIT recomiendan que entre las medidas que se deben adoptar para prevenir el estrés se encuentre el asesoramiento individual de los pacientes, las sesiones de información y orientación, el apoyo de los compañeros y el establecimiento de vínculos con ONG’s.
JASUG se unió a la celebrando y enfatizo a sus trabajadores la concienciación sobre la prevención de los riesgos en el trabajo.